El alma Superbike de la Streetfighter combina carácter guerrero y sofisticación naked para crear una máquina de adrenalina pura. Proyectada con lo esencial, su combinación de tecnología de última generación, estilo exuberante y diseño de culto traslada el concepto Ducati de naked grande a lo más alto de la cadena. Con 155cv de poderoso músculo bicilíndrico Ducati y un peso de 167kg, la Streetfighter es más ligera que cualquiera de sus contrincantes, y está lista para la acción. No existe otra moto capaz de rodar por carretera abierta o por el centro de la ciudad con ése estilo incomparable. 

La cultura Streetfighter nació en las calles del Norte de Europa a finales de los 70 y durante los 80. El movimiento Café-racer transformó motos tradicionales para lograr mayores prestaciones deportivas, definitivamente el movimiento Streetfighter rompió moldes. Fueron evolucionando, primero prescindiendo de los carenados, y luego montando manillares altos, para luego personalizarlas hasta crear auténticas naked radicalmente deportivas. Ahora, Ducati ha cogido el concepto y ha aplicado sofisticación italiana, para crear una impresionante Streetfighter preparada por fábrica. Dispone de todo lo que hizo de las Superbike una leyenda: un potente bicilíndrico en L con un par impresionante, un chasis digno de un purasangre, precioso basculante monobrazo, poderosas pinzas Monobloque y una elegancia pura, brutal.  

La creación de la Streetfighter supone una atención minimalista a los detalles. Para mantener ocultos los componentes que normalmente tapan los carenados, han sido reposicionados, constituyendo un auténtico reto para los equipos de ingenieros y diseño, que no obstante han logrado unos resultados impresionantes. La forma del depósito, junto a una postura de conducción erguida, muestran a las claras el carácter de ésta naked. La nueva instrumentación, y los mandos minimalistas, dotan a la Streetfighter de una vista frontal limpia y sobria, mientras en la parte trasera, el silencioso, con forma de doble cañón, logra junto al colín, una imagen afilada. 

La Streetfighter invita a eso. El manillar de aluminio, más alto que en una Superbike, pero suficientemente plano para rodar al máximo, con un control sobre la rueda delantera excepcional. Las barras, sujetadas por unas preciosas tijas, se fusionan elegantemente con los soportes del manillar. Incluso los interruptores se han rediseñado para lograr una imagen más cuidada. Los depósitos del líquido de frenos y de embrague, pequeños y compactos, alimentan las bombas radiales Brembo para completar una imagen limpia y simétrica. La instrumentación, controlada desde la piña de mandos izquierda, continúa el estilo minimalista con una nueva forma compacta, acorde con la línea del faro delantero – la cara agresiva de la Streetfighter.